Ofreciendo a una persona para sentarse, a menudo usan una fraseología estable: no hay verdad en las piernas. Pero todavía se encuentra una audiencia curiosa, porque este tema debe analizarse con más detalle, volviendo a las raíces históricas de la frase.
Si recurrimos a diccionarios explicativos, por ejemplo, a los escritos de Ozhegov, puede descubrir que la frase indica que sentarse es mejor que estar de pie. Pero no se puede encontrar una explicación completa y detallada allí.
Realidades medievales
Para encontrar la verdad, es necesario volver a los tiempos de la Edad Media, que en Rusia estuvieron marcados por no menos rigor que en Europa. Los deudores fueron tratados con bastante dureza, en caso de atrasos en los fondos públicos o, si fuera necesario, para pagar la deuda a una persona privada, el culpable fue puesto descalzo en la nieve o cortado las suelas de los pies con barras.
Las personas a menudo confesaron lo que no hicieron, queriendo terminar con el castigo, dejar de torturar sus cuerpos. Con base en esto, se puede decir que no hay verdad a los pies: el testimonio golpeado y torturado puede llegar a ser falso, como a menudo sucede.
El castigo asociado con los pies, golpear las plantas de los pies o estar descalzo en la nieve se usó por la razón de que, a pesar del dolor y la intolerancia del tormento que trajeron, no dieron ningún rastro especial que fuera visible a primera vista. Pero las consecuencias podrían ser graves: los pies congelados o rotos durante mucho tiempo, si no para siempre, privaron a una persona de la capacidad de moverse de forma independiente, solo podía mover su cuerpo arrastrándose.
En las condiciones de la Edad Media, cuando cada persona necesitaba trabajar físicamente para al menos mantener su vida, esto dio un resultado deplorable, después de tal castigo, la víctima podría estar para siempre en el porche de la iglesia, vivir de limosnas y limosnas.
Hecho interesante: pero las palabras del dicho en consideración no contienen ninguna amenaza, por el contrario, lo invitan a sentarse, explicando que el oponente no está siendo interrogado. Y nadie le va a sacar la verdad. Además, el dicho a este respecto puede interpretarse de una manera ligeramente diferente: siéntate, es mejor no pararte.
Otra opción también está relacionada con la deuda. Es posible que la frase se haya aplicado cuando el deudor o la persona culpable escapó de la represalia. En este caso, dijeron esta frase, indicando que ya no era posible pagar una deuda o imponer un castigo a una persona. Pero con el tiempo, el significado de estas palabras ha cambiado, habiendo recibido una interpretación moderna.
Busca al culpable
Hay una tercera interpretación de este dicho. Algunos investigadores creen que las palabras provienen de un método de investigación ligeramente diferente. Se cree que el terrateniente u otro funcionario de alto rango, ante la pérdida de una cosa costosa, o con las consecuencias de los ultrajes, podría reunir a todos los campesinos en la plaza del pueblo, obligándolos a pararse hasta que se identificara al culpable. Esta opción también tiene derecho a existir, se utilizaron técnicas similares, todavía se pueden encontrar hoy en una interpretación u otra.
Burocracia y colas
La cuarta opción nos recuerda que en los viejos tiempos no había menos burocracia que hoy, y tal vez más. Se enviaron "caminantes" al zar, que se suponía que debía transmitir información, enviar una petición y presentar un problema urgente para su solución.
Tuve que esperar la recepción real durante horas, incluso días, de pie en la sala de recepción. Ponerse de pie no aceleró la resolución del problema, como lo hicieron múltiples visitas. Algunos investigadores creen que esta frase común "para la maldad del día" vino precisamente de donde es más fácil esperar mientras está sentado que de pie, la velocidad de resolver el problema no cambiará de todos modos.
Intrigas de la corte
Hay otra versión interesante relacionada con esta unidad fraseológica. En la Edad Media, los bolsillos se hacían con zapatos; esto era especialmente cierto para los zapatos de personas de alto rango. Los bolsillos estaban ocultos, a menudo llevaban notas de amor, todo tipo de información confidencial relacionada con la intriga. Quizás la frase que estamos considerando proviene precisamente de tales hábitos de la nobleza, pero esa opción aún es poco probable.
Tratar con el origen de los fraseologismos, dichos, cuya historia abarca más de un siglo, siempre es difícil. En este caso surgen muchas preguntas, hay varias versiones y no es posible demostrar la credibilidad de al menos una de ellas.
Pero en cualquier caso, hoy estas palabras no están asociadas con deudas, castigos corporales o intrigas. Significan una invitación amistosa a sentarse para no sufrir de pie.De hecho, ¿por qué debería uno pararse si hay asientos vacíos alrededor y se programa una larga conversación?